Reducción del riesgo de desastres en América Latina y el Caribe
Sensores inteligentes se presentan como la solución para evitar desastres naturales
10 de marzo de 2022

Descifrar el comportamiento de la naturaleza, para estar preparados cuando existe la posibilidad de una catástrofe, podría evitar muertes y daños materiales.

La naturaleza puede ser impredecible, sin embargo, existen ciertos síntomas que ayudan a los científicos alrededor del mundo a poder prevenir los embates del ambiente. Descifrar este comportamiento para estar preparados ante estas eventualidades es fundamental para evitar muertes y daños materiales mayores.

El aluvión vivido en Quito el pasado 31 de enero pone en evidencia la necesidad de contar con herramientas tecnológicas que podrían alertar a tiempo de una situación de desastre, evitando así pérdidas humanas.

Según un artículo de la revista Circle, los desastres naturales se han cuadruplicado en los últimos cuarenta años, cuantifica la ONU. Huracanes, incendios, tsunamis, inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, deforestación extrema, avalanchas son algunos de estos eventos que han dejado alrededor de cincuenta mil víctimas anuales, de acuerdo con un estudio del Instituto Tecnológico de Karlsruhe, Alemania. “Aunque la respuesta impotente de la naturaleza ante los efectos del cambio climático parece imprevisible e ingobernable, la tecnología se erige como un contundente aliado”, afirma la publicación.

América Latina es una región históricamente afectada por este tipo de desastres naturales. Por ejemplo, en 2013 en Buenos Aires, Argentina, llovió en un día el 10 % del acumulado histórico del año, generando grandes inundaciones y destrozos.

Las soluciones tecnológicas han permitido a muchas ciudades prepararse para afrontar las consecuencias del cambio climático y otros fenómenos naturales de alto impacto para sus habitantes.

Una herramienta esencial para prevenir este tipo de situaciones son los sensores inteligentes, muchos de ellos instalados en los sistemas de alcantarillado urbano. Estos dispositivos miden el nivel del agua y predicen represamientos, pues trabajan con información que han recolectado por mucho tiempo, y permiten determinar cuáles son los indicadores correctos y en qué momentos se presenta un cambio.

De esta manera, los sistemas conectados a los sensores alertan en tiempo real a las autoridades y otros actores de importancia, con el fin de que puedan tomar acciones inmediatas para prevenir inundaciones, desviar el tráfico o incluso proceder con la evacuación de los lugares en riesgo.

Carlos Cruz, director el área de Soluciones de SAP, explica que, por lo general, las ciudades que sufren graves inundaciones de manera recurrente no disponen de un mecanismo de generación de alertas tempranas. “Aún tenemos un camino importante que recorrer para lograr que los mecanismos de gestión de catástrofes no solo se enfoquen en los esfuerzos de coordinación de las organizaciones de rescate y socorro, sino que integren el análisis de información de manera centralizada y permanente para poder anticipar la ocurrencia de este tipo de eventos, al alertar automáticamente a las autoridades, con el objetivo fundamental de minimizar el impacto en pérdidas humanas, infraestructura y otros bienes materiales”.

En Europa, en la sierra litoral de Collserola, uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo, ubicado en Barcelona, está plagado de ‘polvo inteligente’, es decir, microchips con sensores múltiples y antenas emisoras de rayos infrarrojos capaces de trazar un mapa de temperaturas en la zona. Cualquier subida brusca se acusa de inmediato. De este modo puede ser controlada rápidamente antes de convertirse en un desastre natural.

De manera parecida funcionan los sensores colocados en el lecho marino que se comunican mediante señales acústicas con una boya de la superficie que recibe la transmisión. Son sistemas de alerta de tsunamis cuyos datos se envían, a su vez, a los diferentes centros de vigilancia, lo que permite predecir cuándo llegará el fenómeno a los distintos países que se vean afectados por él.

En la predicción de inundaciones, la interfaz Wicast, por medio de modelos y cálculos matemáticos, datos de radar e información acopiada en estaciones meteorológicas, ofrece información exacta, a tiempo real, así como predicciones, de las condiciones meteorológicas, lo que permite anticipar las inundaciones.

Este es un sistema parecido al empleado por la Universidad de San Diego, en California, que calcula la cantidad de lluvia prevista en función de la temperatura de las nubes y, de ese modo, conocer de antemano la distribución de las precipitaciones.

Para el caudal de los ríos, el sistema Hidromet obtiene información del transcurso de los afluentes para saber si es necesario retirar vehículos de una zona determinada y cuándo.

El monitoreo en tiempo real de las inundaciones utiliza datos de sensores ubicados en varios puntos sensibles, como embalses, presas, canales, y los consolida, utilizando plataformas tecnológicas como SAP 4/HANA para habilitar el control y seguimiento a través de un tablero central que integra los datos recopilados y los correlaciona con información geográfica de las zonas en riesgo.

Las notificaciones de alerta automáticas se generan el momento que se exceden los umbrales definidos para una condición de estado normal y los algoritmos predictivos se utilizan para pronosticar una situación de inundación en función de parámetros como la lluvia, el nivel del agua y los niveles de descarga.

Desde esta perspectiva, es necesario que las ciudades entiendan el valor de la tecnología e implementen soluciones que utilicen el monitoreo y gestión de datos en tiempo real para así estar preparadas en caso de una posible situación catastrófica.