Reducción del riesgo de desastres en América Latina y el Caribe
Día de la conciencia ambiental: "La guerra contra el planeta"
28 de septiembre de 2022

El “Día Nacional de la Conciencia Ambiental” se estableció para recordar cada año lo ocurrido el 27 de septiembre de 1993 en Avellaneda (Buenos Aires): un escape de gas cianhídrico provocó la muerte de siete personas. El desastre se originó cuando particulares y empresas empezaron a verter en la tierra unos componentes químicos que, posteriormente, resultaron mortales. El ácido sulfúrico y las sales de cianuro se combinaron para formar el ácido cianhídrico que se filtró en forma de gas hacia la superficie y mató a esas personas. 

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Así, en 1995 se sancionó en el país la ley 24.605 para establecer esta fecha como el “Día Nacional de la Conciencia Ambiental”. En este sentido, la efeméride representa una buena oportunidad para leer La guerra contra el planeta. Los grandes desastres ecológicos de la historia (y cómo prevenirlos) de Antonio Brailovsky (Capital intelectual, 2017). Se trata de una pieza literaria exquisita que hace un repaso histórico por las grandes catástrofes ambientales que fueron ocurriendo a lo largo de los siglos a nivel nacional e internacional. 

Entre los diversos desastres ambientales que explora el autor en el libro se encuentra, por ejemplo, el que ocurrió el 15 de enero de 1999 en aguas del Río de La Plata: frente a la costa de la ciudad de Magdalena colisionaron los buques “Sea Paraná” y “Estrella Pampeana”, lo que generó un derrame de petróleo de alrededor de 5.400.000 litros

El objetivo del autor es doble: por un lado, demostrar que detrás de cada desastre ecológico hay negligencia humana y, por otro, invitar a las personas de todo el mundo, especialmente de Latinoamérica, a que exijan a los gobiernos de turno el cumplimiento del derecho ambiental, cuyo principio fundamental es la prevención. “Para muchos de los sectores políticos de América Latina (…) la prevención de desastres es un gasto inútil. A menudo, se considera que las actitudes de quienes se ocupan de esa prevención son excesivamente alarmistas y que no se justifica un gasto cuyos resultados no se pueden exhibir”, dice Brailovsky en una de las páginas del libro. De ahí la necesidad del autor de interpelar a las personas para que hagan reclamos sociales de carácter preventivo cada vez más frecuentes.